martes, 10 de septiembre de 2013

Soneto en "che", o el nacimiento de una escritora

En nuestras sesiones de poesía clásica española la intensión no es únicamente que los estudiantes aprendan las formas cerradas que la venerable tradición lírica de nuestra lengua prescribe, sino que a través de ellas los estudiantes sean capaces de hallar su voz, más que repetir esquemas sancionados por la tradición. Eso es lo que más nos interesa, que el estudiante encuentre su voz, o que la construya, pues de la misma manera que uno construye una casa llamada personalidad, así también puede construir, elaborar su propia voz lírica.

¿Cómo hallar, construir, conquistar, entonces, esa voz personalísima? Una forma es a través del decidido uso de formas líricas cerradas y su riguroso uso, empezando por la rima. No escribiendo rimas ripiosas o usadas en exceso, no rimando "como se pueda", sino como se quiere. Antes de llegar a la poesía moderna, el estudiante tiene que conocer y trabajar las formas clásicas, igual que el pintor estudiante empieza por hacer naturalezas muertas, o el aprendiz de compositor empieza por hacer sonatas o fugas.

Empezamos con el endecasílabo, el centauro de la poesía, como lo he llamado en otra parte, por ser la base de toda la poesía desde tiempos de los cantares de gesta hasta nuestros días. Y además de enseñarles aspectos básicos como el conteo de las sílabas y las acentuaciones diversas que permiten la movilidad y gracia de la escritura, empezamos por pedirles a nuestros alumnos que usen rimas inusuales. Rimas en "eñe", en "ye" (que incluye la "ye" y la "elle") y en "che", forman parte de ese extraño repertorio sonoro al que muchos poetas rehuyen básicamente por ignorancia y por prejuicio. 

El fenómeno de la rima ha sido usualmente visto con recelo y a través del prisma de la ignorancia y el prejuicio, suponiendo que es un asunto de interés únicamente escolástico, y que al respecto ya no hay nada que decir. Y quienes se oponen a ella suelen señalar a versificadores y rimadores de escaso o nulo talento como Arjona o los reggetoneros en su defensa. Flaco favor le hacen a la rima al referir sus críticas a ellos.

Ya tendremos ocasión de exponer algunas consideraciones sobre la rima, de la que la inmensa mayoría de los poetas no saben prácticamente nada, pero creen saber. Diremos que a nuestros estudiantes del primer semestre se les pidió, en la tercera clase ya, la escritura de un soneto, o de un poema estrófico en versos endecasilábicos, en alguna de estas rimas antes mencionadas, y que sólo usaran un tipo de ellas, cualquiera que fuese la que eligiesen. El resultado es este. Un soneto en "che".



Temí a los espejos por su facha,
siempre, desde niña hasta ser muchacha.
Ninguno se percata de una brecha
entre este mundo, y otro, muy estrecha.

Frente al reflejo que mi aliento mancha
siento una dimensión inversa y ancha,
ignoro al otro yo que sólo acecha
y esboza su sonrisa satisfecha.

Sabe que disimulo mi sospecha
de su mirada fija como flecha.
Evito los espejos en la noche,

en la calle, en la casa o en el coche,
pues conozco esa voz que nadie escucha
y a la vanidad no espanta, si es mucha.

El soneto, obra de Citlálic Téllez, es un poderoso ejemplo de lo que se puede hacer cuando se trabajan todos los elementos formales del verso clásico castellano: no sólo rigor en el tema, la sospecha de otro mundo paralelo al nuestro que constantemente nos acecha, caro a Borges y a Lewis Carroll, entre otros muchos, sino la concentración verbal y la elegancia compositiva. Aquí vemos cómo las distintas acentuaciones del endecasílabo polirrítmico permiten una musicalidad inusual que se mueve entre el rigor formal y el habla cotidiana dentro de un marco específicamente literario.

No hay nada como el rigor formal para tratar estos asuntos, por lo general ajenos al habla y la experiencia cotidiana. Pero aquí me interesa señalar no sólo el feliz logro de entregar un trabajo que cumple todas las expectativas dejadas en clase, sino el hecho de que la autora, y con ella el lector, puede detectar el nacimiento de una voz, de un tono personal, que debe aún ser trabajado, sí, pero cuyas simientes ya asoman. No es la voz de la Citlálic que va y viene y vive su vida todos los días la que aquí se escucha; es otra voz, es apenas el eco lejano de esa voz que empieza a florecer. Es la voz literaria de quien empieza a convertirse en escritor, en poeta. Y eso es lo que en verdad nos interesa. Estamos viendo el nacimiento de una escritora.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Presentación

Fachada de la escuela
Bienvenidos todos al blog oficial de la Escuela de escritores de Veracruz Sergio Galindo. En esta nueva aventura subiremos fotos de las actividades, de los maestros, alumnos y visitantes, así como información de nuestras actividades, y de los logros de nuestros estudiantes, para establecer una retroalimentación con las páginas de Facebook de nuestra plantilla docente, así como de la propia Escuela y sus alumnos y amigos. Esperamos que esta nueva etapa de crecimiento intelectual y profesional nos lleve por nuevos caminos y permita a todos los que formamos parte de esta venerable institución proyectar la imagen de compromiso, entrega y dedicación que nos han hecho ser lo que somos.